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Conversatorio con Mario Ortiz

¡Continuamos con las actividades de la Maratón Nacional de Lectura! El miércoles 1/10 fue el turno del escritor y docente Mario Ortiz, quien compartió con estudiantes de la Escuela de Agricultura y Ganaderia las tensiones entre literatura y sociedad en su conversatorio: “Literatura y Antagonismos”.
El conversatorio exploró la naturaleza del antagonismo, tanto en su rol esencial dentro de la narrativa ficcional como en su peligrosa manifestación dentro del ámbito social y político. La tesis central del encuentro es que la literatura no está desconectada de la realidad, sino que dialoga permanentemente con ella, y que la proliferación de antagonismos en la sociedad es un tema que los docentes no pueden eludir. 

El Antagonismo como Motor Narrativo

Ortiz comienza definiendo al antagonista como una persona, situación, o algo que se opone al protagonista. Su existencia es crucial porque, sin él, no habría conflicto, el problema fundamental que impulsa la trama. Cita ejemplos clásicos para ilustrar este punto:

  • En la tragedia: En Hamlet de William Shakespeare, el antagonista es el tío Claudio, cuyo acto de asesinato y usurpación exige la venganza del príncipe, resolviendo el conflicto solo con su derrota.
  • En la aventura: En las historias del Rey Arturo, el protagonista enfrenta al Senescal Negro, quien tiene ayudantes mágicos (fantasmas), lo que obliga a Arturo a buscar también su propia ayuda para restablecer el orden.

El profesor subraya que el antagonista es una función narrativa, un “recipiente” que puede ser ocupado no solo por un ser humano, sino también por una cosa o una fuerza. Ejemplos de esto incluyen la propia montaña en un drama de alpinismo o la tormenta en una película como La Tormenta Perfecta. 

El Riesgo del Villano Cautivador

Un dilema en la creación de personajes es cuando el antagonista supera en interés al protagonista. Ortiz señala que esto puede “poner en un problema a la serie”. Menciona dos casos notables:

  • Capitán Monasterio en El Zorro: Los productores debieron reemplazar al carismático capitán porque las encuestas lo ubicaban como más interesante para el público que el propio héroe.
  • El Paraíso Perdido: En el poema épico de John Milton, el personaje de Lucifer se vuelve tan profundo en sus razonamientos que, para el lector, resulta más cautivador que Dios, desafiando la intención cristiana del autor.

La Transferencia del Antagonismo a la Realidad

El eje central del conversatorio se enfoca en las consecuencias del antagonismo fuera de la ficción. Ortiz critica fuertemente la actual sociedad que “vive creando antagonismos” y está “atravesada por el odio”, reduciendo la realidad a dicotomías de “bueno/malo” o “blanco/negro”.

Esta forma de operar no es nueva, pues la literatura argentina comienza con el extremismo del antagonismo en El Matadero (sexto año verá esto), reflejando la violencia histórica entre Unitarios y Federales. El profesor hace un llamado de atención solemne, recordando que el país tiene “30.000 desaparecidos, porque fueron considerados antagonistas”. Es vital diferenciar la narración ficcional de la histórica para evitar “estar repitiendo la historia”. 

La Importancia del Lenguaje y los Valores

Como conclusión, Ortiz y la moderadora enfatizan que el lenguaje nos atraviesa constantemente y que la literatura ayuda a tomar conciencia de esto. La mayor advertencia es sobre el poder de la palabra:

  • “Lo que se le hace a las palabras se le termina haciendo a las personas”.

Si se denigra al otro con insultos, el siguiente paso es querer “aplastar con la pata” a quien se considera un “antagonista”. Por ello, es imperativo educar en valores humanos, fomentar la convivencia, la amorosidad en el trato y, crucialmente, romper el silencio ante los discursos de odio, para que el lenguaje sea un vehículo de respeto.